El faro

L a sola existencia de un centro misionero evangélico en Ruanda, llamado «Faro», representa la redención. Está ubicado en un terreno donde el presidente del país tenía una casa espléndida durante el genocidio de 1994. Sin embargo, esta nueva estructura fue construida por cristianos, para ser un faro de luz y esperanza. Alberga un instituto bíblico —donde se prepara a una nueva generación de líderes cristianos—, un hotel, un restaurante y otros servicios para la comunidad. De las cenizas, ha surgido vida nueva. Los que construyeron el Faro se inspiran en Jesús como su fuente de esperanza y redención.